miércoles, 30 de noviembre de 2011

Percepciones del Magisterio, entorno a la "profesión Libre"



PERCEPCIONES DEL MAGISTERIO
ENTORNO A LA “PROFESION LIBRE”

Tiburcio Copa Mamani
Docente: ESFM “Bautista Saavedra”
La Paz – Bolivia


Durante mucho tiempo el Magisterio fue y sigue siendo un sector muy conflictivo de la sociedad boliviana, son considerados por muchos pilar fundamental en las reivindicaciones de las organizaciones sociales, claro ejemplo de ello es la recordada “guerra del gas”, donde se encontraron hombro a hombro con otros sectores sociales que “peleaban”, por la defensa de los recursos naturales pertenecientes a todos los hombres y mujeres habitantes de nuestro país.
Pero, ésta apariencia de sector defensor de los intereses comunes y colectivos, fue cambiando para los ojos de la sociedad desde que, arbitrariamente el magisterio comenzó a protestar excesiva y enfáticamente ante la posibilidad de un incremento salarial del 10% a favor de cuatro sectores dependientes del estado, causando descontento en el resto de la sociedad, entre estos gremiales y mineros en su mayoría, padres de familia, profesionales, etc., Después de dos largas semanas de protestas violentas y perjudiciales en contra de la propuesta gubernamental, solo consiguieron obtener un insignificante porcentaje a la propuesta inicial del 1%, lo que puedo considerar como la gota que derramó el vaso, pues gran parte de la sociedad que no depende del Tesoro General de la Nación, para subsistir enfatizó su repudio ante la actitud egoísta de los profesores, pues, durante esas dos largas semanas, parte de los habitantes urbanos y rurales, encabezados por los Padres de familia organizados en Juntas Escolares de diferentes establecimientos, solicitaron al gobierno estudie la posibilidad de que el enseñar en escuelas y colegios de diferentes lugares del país, no solo sea atribución de maestros normalistas, sino se también se considere la posibilidad que el optar a cargos educativos también sea posible para profesionales egresados de universidades que no cuenten con el título de técnico medio (profesor).
Si observamos bien y desde diferentes puntos de vista se puede vaticinar dos posibilidades, la primera, si se da la posibilidad que el magisterio sea “profesión libre”, significaría en cierto modo, la mejora de la calidad educativa en los colegios fiscales urbanos, y rurales sobretodo, tal es el ejemplo de colegios particulares, de la ciudad de La Paz, Amerinst, Don Bosco, San Calixto, por decir algunos nombres, los que prácticamente erradicaron la mediocridad de entre sus docentes, y por ende la insuficiencia de sus estudiantes, bachilleres que siempre están dispuestos y listos para enfrentarse a los retos que la vida te pone, y a la competitividad laborar que exige constante actualización.
Hoy en día se puede observar mucha deficiencia entre los bachilleres egresados, de colegios periurbanos y rurales en especial, quienes al no ser lo suficientemente capaces de ingresar a la universidad, se frustran y pueden llegar a caer por otros caminos, unos buenos y otros malos, por ejemplo, algunos sólo se dedican a buscar un trabajo, migrar a exterior para trabajar como esclavos fuera y dentro del país, ya que al no haber complementado su bachillerato son víctimas de abusos y excesos laborales.
Sin embargo, también existen buenos maestros egresados de Normales Urbanas y Rurales, quienes dedican su vida a la formación de las nuevas generaciones, quienes desinteresadamente y pese al pésimo salario que perciben siguen ofreciendo lo mejor de ellos en bien de niños, niñas y adolescentes que tienen muchos sueños e intereses, que pueden ser generalmente motivados por una buena instrucción o un buen docente. Un claro ejemplo de ello, es la generación egresada en los 80’s y 90’s quienes fueron formados por profesores conductistas los que en su mayoría hoy por hoy son grandes profesionales, y si no lo son, son buenos administradores de sus negocios llenos de prosperidad.
Según la opinión de colegas, la profesión libre sería un error del gobierno, pues convocaría nuevamente a las manifestaciones de protesta a las calles de la sede de gobierno, siendo los más perjudicados los que trabajan en el centro urbano, y en sus alrededores, evitando el transito de vehículos, realizando destrozos en propiedad privada, perjudicando negocios, pero perjudicando más el avance curricular de los niños, niñas y adolescentes. Aunque también admitieron que se erradicaría la mediocridad del magisterio, trabajarían los que sí se esfuerzan por la educación, y no los que son “corchos”, con el director para que no sean sacados de su trabajo, o con la junta escolar par que permanezcan un año más y sigan cobrando el sueldo a costa de los que si realizan con dedicación su trabajo.
Por otro lado, las persona que conforman la Junta escolar dividen su opinión, unos creen que la profesión libre significaría el ingreso de personal ajeno a la cultura y a la lengua de la comunidad, causando falta de comunicación entre los profesores, estudiantes y los padres de familia, también creen que en la planilla figurativa de profesores hay buenos profesores que merecen permanecer trabajando en el ámbito educativo, y tienen vocación y paciencia con sus hijos. En cambio los otros, creen que el ingreso de nuevos profesionales ajenos al magisterio ingresen a trabajar como docentes de colegios urbanos y rurales, es la mejor opción para erradicar la indisciplina y el conformismo que caracterizan a estudiantes que egresan de colegios rurales, inclusive creen que teniendo otro tipo de profesionales puedan motivar a sus hijos, ingresar en la universidad para que puedan adquirir una profesión al igual que sus nuevos profesores, siempre con la patrocinio de su nuevo profesor.
Puedo concluir el ensayo haciendo una reflexión sobre las opiniones de diferentes sectores que en cierto punto se encuentran enfrentados, me refiero a Padres de Familia (Junta Escolar) y profesores, quienes hoy en día se encuentran conviviendo dentro de una escuela, de manera  hipócrita, ninguno quiere quedar mal, así que ambos prefieren restringir su interacción.
Además, desde mi punto de vista, si el magisterio se declara como “profesión libre”, será muy benéfico para todos los niños y adolescentes de todos los lugares del país, pues, ello implicaría competitividad para alcanzar a un cargo, no solo de profesor, sino también de administrador, director o distrital. Ya es tiempo de que dejemos de pensar egoístamente y pensemos de verdad en la calidad educativa que les ofrecemos a nuestros niños. Si la “profesión libre”, se declararía el día de mañana, tengo por seguro que todos los profesores comenzarían a complementar sus estudios, la licenciatura pasó a un segundo plano y pronto lo hará la maestría, a la cual muy pocos profesores llegan, también se debe pensar en especializarse mejor según el área que dictamos en colegios, Ingeniería, Medicina, Biología, Matemática, Química, Física, éstos últimos de ciencias puras, Comunicación para los profes de lenguaje, etc., generarían una actitud de superación en los profesores, aunque más que una actitud positiva por superarse y mejorar la calidad de su educación, sería una actitud de presión, ya que todos los profesores lo harían por obligación, y si no consiguen una licenciatura y una maestría en educación, por así decirlo, perderían el trabajo por no contar con lo necesario para formar personas en edad escolar.
Sin embargo, también debemos reconocer la noble labor que muchos profesores realizan, llegando a los lugares más alejados de los departamentos en provincia, pero, sobretodo con paciencia, perseverancia y dedicación que prestan a sus estudiantes, muchas veces tienen que actuar de padres, madres e incluso de hermanos mayores ya que muchos de los adolescentes atraviesan por cambios físicos, psicológicos y cognitivos, evento en el cual requieren de información y consejo, y muchas veces la persona en la que más confían los estudiantes suele ser el profesor. Otra característica de los profesores es la capacidad de aguantar a cuarenta personas con la paciencia necesaria, y existen otras personas (no profesores), profesionales que no aguantan ni a sus hijos durante el periodo de vacaciones, algo irónico.
Por último, si la “profesión libre” ocurre a corto o a largo plazo ojalá sea lo mejor para la educación de las nuevas generaciones. Y que ojalá que el gobierno y los profesores tomen consciencia sobre su formación personal, y la que ofrecen a los estudiantes. Anticipen cuándo se ha de realizar, para que los profesores que no tuvieron y no tienen acceso a una adecuada complementación profesional puedan alcanzar o por lo menos contar con lo necesario para que no pierdan el trabajo, siempre y cuando demuestren que merecen formar y educar a niños, niñas y adolescentes.

Gracias,

martes, 29 de noviembre de 2011

La Ley Educativa 070 Avelino Siñani Elizardo Pérez


La Ley Educativa 070 Avelino Siñani Elizardo Pérez

Por Tiburcio Copa Mamani
Docente: ESFM “Bautista Saavedra”

Para conocer el verdadero fin de una ley educativa no es suficiente dar una mirada a la estructura de organización curricular como acostumbramos hacerlo, sino es importante conocer los principios filosóficos que dan el norte a cualquier sistema educativo. De este modo dar una mirada a los bases filosóficas de la nueva Ley Educativa Avelino Siñani – Elizardo Pérez nos permitirá conocer la verdadera dimensión y finalidad que percibe la Ley 070 promulgada el 20 de diciembre de 2010 de la gestión pasada que todavía se encuentra en proceso de socialización y de transición en el ámbito educativo en los diferentes niveles del Sub Sistema Educativo Regular.

Las anteriores leyes educativas respondían a modelos implementados en el coloniaje que favorecían a grupos privilegiados de entonces,
como parte de las políticas neoliberales del país, por lo que no logró un cambio estructural de la educación como se pretendía. Entre sus principales propósitos planteó el proceso educativo a partir del desarrollo de la interculturalidad, el bilingüismo y las necesidades básicas de aprendizaje. La ley también adoptó como base psicopedagógica el enfoque constructivista, descontextualizado del medio y la realidad educativa, imponiendo una orientación individualista, humanística, modernizadora y globalizadora.

Sin embargo, todos los esfuerzos realizados no tuvieron buenos resultados por el rechazo del magisterio organizado y el contexto neoliberal en el que se establecieron, dando prioridad solamente a la educación primaria y relegando al olvido a otros niveles y modalidades del sistema educativo. Porque estas leyes educativas respondían a intereses e ideologías neocoloniales y neoliberales, porque sus bases filosóficas estaban orientadas a desarrollar competencias cognitivas, que sólo construían el conocimiento ideal o teórica y se olvida de la formación integral del individuo haciendo a un lado la investigación científica, las prácticas de la ciencia, tecnología y la técnica, no se habla de trabajo colectivizado, productivo que responda a las necesidades de la sociedad actual, a pesar que la Reforma Educativa de 1994 propuso una corriente pedagógica constructivista pero no quedó clara su práctica didáctica por lo que en la práctica de aula pasó a ser una práctica pedagógica descontextualizada que no respondió a la realidad sociocultural del Estado Plurinacional.

A diferencia de las leyes educativas anteriores, la Ley 070 Avelino Siñani – Elizardo Pérez se adscribe a la corriente pedagógica social cuya base filosófica es de tendencia socialista que pretende retomar las huellas productivas del pasado en especial de nacionalidades indígena originaria campesinas, las comunidades interculturales y afrobolivianas, a partir de la experiencia educativa de la escuela Ayllu de Warisata, que tuvo su expresión más alta en los años 1931 hasta 1940, iniciando y desarrollando la educación productiva y comunitario ejercitando el trabajo ligado no solamente a la parte económica, sino, esencialmente a la sabiduría de los pueblos originarios que estaban basados en la convivencia y reciprocidad con la comunidad y la naturaleza a través de las labores agropecuarias y los talleres bajo la trilogía de “estudio, trabajo y producción”. Esta experiencia pedagógica de la escuela Ayllu fue ocultada para beneficio del sistema dominante y el sometimiento de millones de personas de la clase popular indígena en la pobreza y la ignorancia.

Warisata que además de constituirse en un proyecto educativo, fue una respuesta audaz en beneficio de las comunidades indígenas y un modelo de lucha contra la exclusión, explotación y sometimiento. La “comunidad educativa” la conformaban maestros, amawtas, niños, niñas, jóvenes, abuelos y abuelas, y sus actividades educativas estaban vinculadas a la vida, el trabajo y la producción.

Esta experiencia configuró una estructura social-comunitaria de educación y se constituyó en un paradigma educativo de liberación que trascendió las fronteras internacionales, aplicándose en países como México, Perú, Ecuador y otros. Desde el punto de vista pedagógico, Warisata promovió los fundamentos de una escuela única basada en una enseñanza bilingüe, con enfoque técnico y productivo.

La filosofía de la nueva Ley Educativa busca responder a la realidad cultural, económica, social y política de la sociedad plurinacional en base a experiencias filosóficas de la escuela Ayllu y de otras experiencias pedagógicas para contribuir a la convivencia armónica y equilibrada del ser humano con la Madre Tierra, buscando la justicia social, distribución y redistribución de los productos y bienes sociales, para Vivir Bien. Para lograr todo lo manifestado, la Ley 070 es descolonizadora, intracultural, intercultural, comunitaria, productiva, laica, inclusiva, científica, técnica y tecnológica.

De acuerdo con este planteamiento, el objetivo de la educación productiva tendría la finalidad de desarrollar las vocaciones socio-productivas, con pertinencia y sensibilidad social, para formar integralmente a las personas mediante prácticas educativas comunitarias, articulando saberes, conocimientos tecnológicos occidentales, respetando la intra – interculturalidad y la cosmovisión de las treinta y seis nacionalidades del Estado Plurinacional.

En la dimensión curricular se expresa el campo del saber y conocimiento de la ciencia, la tecnología y la producción, orientada al desarrollo de capacidades y habilidades teórico-prácticas ligadas a la producción, donde se articulen los procesos productivos de la comunidad y la escuela, para la convivencia, conservación, manejo y defensa de los recursos naturales, para lo cual se utilizarían determinadas metodologías, medios, recursos y materiales con el fin de desarrollar capacidades de investigación y producción desde la escuela-comunidad. Currículo que estaría articulado y secuencializado desde la educación primaria hasta la formación superior.


LA DESCOLONIZACIÓN EN EL MARCO INTRA E INTERCULTURAL


La Descolonización en un marco Intracultural e Intercultural
Tiburcio Copa Mamani.
Docente ESFM “Bautista Saavedra”
La Paz – Bolivia

La descolonización es un concepto en construcción y es en este marco que se busca contribuir a la ampliación de su discusión, mediante la introducción de algunos elementos de debate que considero fundamentales para incorporar la diversidad de luchas desde las cuales sería necesario abordar este tema. Precisamente, las movilizaciones sociales de esta última década, así como la memoria de anteriores insurrecciones populares e indígenas producidas a lo largo de los momentos coloniales y republicanos de nuestra historia, han dado lugar a una diversidad de actores y horizontes que emergen en la actualidad para participar, disputar y reorientar el sentido de lo que ahora vivimos con el nombre de “proceso de cambio”. De esa manera, proponerse pensar y practicar la descolonización en un marco intracultral e intercultural implica necesariamente asumir la complejidad y diversidad de voces, proyectos y lugares producidos por la reacción social frente los núcleos de desigualdad existentes.

La descolonización es, en sentido estricto, el proceso mediante el cual los pueblos que fueron despojados del autogobierno mediante la invasión extranjera, recuperan su autodeterminación. La descolonización es un proceso básico de liberación y de autonomía. La descolonización tiene como consecuencia ineluctable la independencia, es necesario redundar en que la descolonización sólo puede ser entendida como un proceso de liquidación del sistema colonial y productor de independencia en los antiguos territorios dependientes.
En términos concretos, descolonización sería la liberación y la reconstitución de la civilización incaica. “La descolonización, entendemos nosotros, es continuar el camino de integración y unidad que bajo la forma de la “sociedad de los Inkas” los españoles encontraron y desestructuraron en la invasión iniciada en 1532”. Esta reconstitución tendría por lo menos dos componentes: en primer lugar la liberación a través de la conformación de su propia nación raza y cultura.
Es claro, entonces, que los intelectuales criollos deben ser, ante todo, consecuentes con su proyecto histórico. Se sienten bolivianos y como tales no pueden encarnar los intereses de los otros pueblos, pues su misma legalidad confisca la legitimidad descolonizadora indígena. Condicionados por esa situación, no tienen la posibilidad de entrever y asumir la naturaleza espuria de sus derechos y privilegios. Por ello, para esos intelectuales Bolivia es una realidad única y los indígenas son cuando más los pobres, los excluidos de un sistema injusto. Pueden poner en entredicho las formalidades de su Estado o la validez de un determinado sistema económico, pero no su identidad nacional.
De ahí se infiere por qué se piensa en la descolonización como en la reconstitución del incario. Y la misma va ligada al segundo componente, que es más complicado y tiene que ver con la forma bajo la cual se propone que podría organizarse una nueva nación incaica, que sería la forma estatal. “La descolonización implica, entonces, el debate sobre la forma estatal y su viabilidad contemporánea del Tawantinsuyu y del Qullasuyu, en tanto formas estatales”.
La descolonización para ser tal debe ser contemporánea. Ser contemporáneos significa manejar las condiciones actuales. El pensamiento poscolonial es retrógrado, pues busca fosilizar al indio en la imagen que de él se hace el colonizador el colonizador “liberador” y de “buena voluntad” que habla por el colonizado y lo diseña a su plena voluntad. En ese proceso, conviene que el dominado sea exótico y radicalmente diferente, de tal manera que esa “otredad” le impida el manejo de los mecanismos de poder y de control de la sociedad. Por eso, para el pensamiento poscolonial el indio no puede ser concebido como un administrador o un estadista (pues, ¡horror, se contaminaría con la modernidad!), pero sí como un personaje de feria. Sin embargo, la autodeterminación no es asunto de carnaval ni de circo, sino de manejo de lo que existe realmente.
Por tanto, la política del Estado Plurinacional a través de los ministerios correspondientes, de acuerdo a sus atribuciones, están encargados de coordinar con otros similares y entidades territoriales autónomas la implementación de programas y proyectos de descolonización, proponiendo políticas de gestión pública plurinacional con el propósito de facilitar la participación de las naciones y pueblos indígenas, comunidades interculturales y afro-bolivianas en la Administración Pública del Estado Plurinacional.
En ese sentido, la descolonización, entendida como la superación de los elementos coloniales que niegan las formas organizativas sociales originarias y el respeto a la diferencia, está enmarcada en un contexto distinto al que vimos líneas arriba. Aquí, nación y Estado bolivianos no son antagónicos respecto al proyecto de rescate de los lineamientos y prácticas centrales de pensamiento de los pueblos indígenas. Aún más, las luchas de éstos no podrían, según el autor, reducirse simplemente a la confrontación con las lógicas y los dispositivos de dominio, sino que tendrían que entenderse también como el aprovechamiento de los espacios y las oportunidades brindadas por algunas coyunturas políticas en el país, en favor de la obtención de derechos de las culturas originarias. Este es un punto interesante, porque la descolonización es propuesta ya en términos legales y constitucionales.
De esa manera, se debía emprender la descolonización con la reivindicación de la cultura ancestral, tanto la historia de los líderes indígenas como los valores y principios ancestrales; la identidad ideológica implica la postura política, el pensamiento filosófico y la cosmovisión. La identidad ideología de los movimientos sociales y líderes indígenas está relacionada con las ideas de la lucha contra el sistema de explotación.
Recuperar las identidades étnicas y culturales, espirituales y la cosmovisión de los pueblos y naciones originarias, puesto que esta acción implica un gran desafío a través de estudios y gestiones políticas para lograr sus objetivos esperados.
Recuperar la autoestima, mediante la toma de conciencia y la reflexión sobre los valores y principios ancestrales, (...) ¿Cómo recuperar la autoestima? Se trata de encontrarse consigo mismo, es decir encontrarse con su autovaloración como sujeto de descolonización. En otros términos, con su pertenencia cultural y memoria histórica.
En este contexto, el nuevo sistema educativo plurinacional en su implementación se basa en principios descolonizadores, fundamentado en una educación liberadora y revolucionaria, crítica y solidaria, orientada hacia la justicia y la verdad y que, por cuanto, cumpla su rol descolonizador. En la actualidad, la educación funciona como si fuese colonizadora por el mismo comportamiento de los docentes con la mentalidad colonial tanto en los centros urbanos como en las áreas rurales. Que permitirá reformar aparato burocrático y el servicio público, se necesita transformar la institucionalidad pública y los marcos jurídicos nacionales otorgándoles más responsabilidad y equidad.
La descolonización se considera como un principio aplicable a las servidoras y los servidores públicos, (…) las tareas de las servidoras y los servidores públicos deberían estar orientados hacia la preservación, protección y difusión de la diversidad cultural que es la base de la intraculturalidad y la interculturalidad.